MADRE

 

Con tanta lluvia no esperaba la llegada de su padre. No lo había visto hacía meses por casa. Por eso, le extrañó aún más oírle entrar e irse a la cama de mamá con aquel nerviosismo en él hasta ahora desconocido. Tampoco lograba comprender a qué venía aquello. Y sintió una punzante sensación imposible  de  describir. Y Sólo esperaba a que su padre le  dijera que la  mamá  ya había salido de peligro.

Por la mañana  su madre   se  había puesto  muy mal. Los vecinos  la habían   llevado  al  hospital.  Y así el   día  que había comenzado como uno de los más felices de su vida  ,en vez   de haber   constituido una compensación ,resultó al final estar lleno de agitación. No se atrevió a preguntarle nada a su padre. Su madre había sido muy sincera con él aquella misma mañana, antes de ponerse tan mal. Pero la había visto muy nerviosa y preocupada con los problemas que desde hacía tiempo se traía con papá.

Pero la lluvia furiosa desbordaba ahora todos los caminos. Se subió al desván, ahora tan inmóvil e invisible como una desgracia. Pero todo ello no le impidió escuchar lo que su padre comentaba con algunos de los vecinos. Nunca se hubiera imaginado que su madre no dijera al médico lo que había hecho. La soledad empezó a cubrirlo todo. Pensó que nadie debía ser engañado en el alma respecto a la realidad. Él no entendió nada. Al escuchar a su padre, también pensó que si algo era inteligencia de algo, debería ser entendido también por él. Si no, prefería  el silencio de antes, aunque fuera tan frío aquella mañana.