Día a Día
La palabra es el resumen de todos
los sentidos, |
¿UN AÑO NUEVO MÁS? Comienzo el año 2021 con más preocupaciones que ilusiones. Considerando la situación del mundo y las sombras provocadas en el anterior,aumentan mis temores y disminuyen mis ilusiones. Me he despertado el día 1 preguntando si en verdad estaba en algo nuevo. En la noche había estado pensando con la cabeza un tanto embotada en la oscuridad vivida durante el año. No logro estar tranquilo ni tampoco olvidar tanta lección envuelta en la más obscuridad: los miles y miles de seres que en soledad se nos han ido, el sufrimiento en el aislamiento de tantos contagiados; la situación de tantos amargados en la más inmerecida ruina económica. Pretendo recordar las lecciones recibidas en el pasado. Se habla mucho de nuestra identidad, pero sólo podemos comprendernos ante el otro. Hoy tendríamos que decir que solo nos podremos entender a nosotros mismos ante todas esas víctimas del 2020. Nuestra esperanza sólo nos puede venir de ellos. Espero que este mundo de tanto sufrimiento encuentre en nosotros la ayuda que necesita .Y estoy pensado en los políticos, sindicalistas,los profesionales, medios de comunicación,ONGs, y también en las nuevas actitudes y compromisos que la situación nos exige.Tal vez así el año 2021 sea capaz de descubrirnos algo positivo |
PREGUNTAS Y RESPUESTAS |
Siempre que abro el periódico ,ya me he hecho antes alguna pregunta. Así que en su lectura siempre espero encontrar respuestas.Sí, me gusta ante todo preguntar y encontrar respuestas a mis preguntas. Un día tendré que pararme a pensar cuáles son mis preguntas más frecuentes. De todos modos, diré qué decepción me llevo cuando no me encuentro con respuestas personales a mis preguntas. No olvido nunca el enfado que me llevé cuando un prohombre de la liturgia aconsejaba a otro tener siempre la vestidura ,los ornamentos y objetos litúrgicos propios: era lo exigible a un buen profesional de una gran parroquia a la hora de actuar. No me atreví a decirle mi parecer sobre el asunto,claro;ni me atreví a comentarle cómo me desanimaban aquellas oraciones de las que él hablaba y que a mí me parecían propias de funcionarios. Un compañero,por pura coincidencia,me comentó hace unos días lo que había leído sobre las celebraciones litúrgicas en el inicio de la Cuaresma . Debo creer que,sin duda alguna, habría escritas cosas de mucha más importancia que aquellas de las que él me hablaba. Pero, sí, también le sorprendía que la gente sólo hablara de cómo actuaron ciertos sacerdotes. La pura verdad es que también a mí no me gusta que me hablen de las actuaciones, y mucho menos las sobreactuaciones de algunos Estos son mis pensamientos. Y espero no enfadar a nadie. Y si escribo esto hoy, es porque veo o entiendo que lo que le preocupa al papa Francisco es que lo que se comunique en la Iglesia no sea otra cosa que el encuentro con el Dios vivo que,por otra parte, siempre nos brinda una relación viva de solidaridad con los otros y con él mismo. No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, decía san Pablo. Por lo demás ,el mensaje cristiano ha de proporcionar las respuestas a las preguntas que se hallan en el hombre de hoy tan abrumado. Y la respuesta cristiana es verse críticamente solidarios con ese ser humano al que Dios no quiere ver que sufra. Como decía Schillebeeckx,” el cristianismo se hará creíble solo sí-y en la medida en que- es capaz de acoger en sí los impulsos de una humanidad que vive, lucha y ora”. Y lo hará solo si es capaz de reconocer en esos impulsos de la humanidad sufriente correspondencias con los propios impulsos cristianos. Y no sigo. Hoy no me haré más preguntas. Y que de esta Dios me coja confesado. |
EL SILENCIO DE DIOS |
Ya mayor y bastante cansado,pasaba la tarde de este domingo nada luminoso en mi pequeño pueblo ,y confuso entre noticias que no me llevaban a ningún sitio.Las leo en cierto periódico que me han prestado. La verdad es que esperaba al menos encontrar la palabra “Dios”, aunque fuese tan solo invocado. Pero no. Parece que pedía mucho, pues ya sabía que no quedan hombres como Karl Barth y Karl Rahner, que con pasión tanto hicieron por el nombre de Dios. Pero me sorprenden con su insospechada visita Chano Rivas y Carlos Marrón, amigos de tantos años. Gran sorpresa tras la tristeza que amenazaba invadirme. Siempre pensaron que si la inteligencia es la capacidad de adaptar el pensamiento a las necesidades del momento; o los problemas son insolubles o de verdad nosotros no somos tan inteligentes. Por otra parte, creen que ya no podemos defender un dualismo anacrónico. El universo y el hombre han sido creados por Dios en la forma que la ciencia describe. Esta imagen del hombre y del mundo son perfectamente compatibles con la imagen esencial del hombre en la fe cristiana. Carlos lee y admira a Antonio Damasio y por ello no ha perdido la fe, os lo aseguro.Nunca cayeron en la idolatría de los modelos científicos. Como a mí les preocupa la situación del mundo de hoy. Sin olvidar nunca que somos copartícipes de la configuración de un universo todavía inconcluso. Tal vez Dios se autolimita y esté esperando a la respuesta de la naturaleza y del ser humano. El Dios único es el Dios de toda la humanidad. Hemos de entender que somos mirados por Dios, en orden a afrontar la vida con confianza y actuar nosotros mismos de modo amoroso. Pero también entienden que la situación mundial de hoy supone un problema para nuestra fe en un Dios-Amor. ¿Por qué tanto mal? Parece ser que a muchos creyentes solo les queda recurrir a Cristo. Todo discurso sobre Dios que no proviene del silencio y la oración y no conduce de nuevo a ellos desconoce por completo a ese Dios en el que cree confíar. Pero, por otra parte, la religión además de ser una relación personal con Dios, es amor a la vida, al mundo y a la gente. Por una parte, nuestras iglesias están semi-vacías ¿Sufrirán los próximos años la más desgarradora crisis que nos podíamos imaginar? Por otra, el mal que se nos cerca con esta pandemia es un problema desgarrador .Mientras muchos, nada coherentes, se distienden distraídos con los nuevos sofistas de la comunicación. Por lo que algunos ya piensan que el Dios amoroso no es compatible con un mundo así. Mientras todo se apaga y antes de que la penumbra definitiva se instale, me quedo sin el alivio en la espera de otro marzo peor. Pero puede ser que me equivoque. Ojalá. |
JUAN LUIS RUIZ DE LA PEÑA |
En el próximo otoño se cumplirán los 25 años de su muerte. Y por mi parte disfruté cuando en la apertura de este mismo curso en el Seminario de Oviedo se le hizo ese homenaje que bien se lo merecía. Esto y mucho y más.Debo confesar que tuve menos de la deseada relación con él. Siempre fue admirado en el Seminario y yo también lo admiraba. Hoy lamento que por mi timidez no haya hablado más con él entonces.Pero sí recuerdo un verano en Covadonga. En el tiempo libre que nos daban por la tarde, estaba leyendo “El misterio del ser” o “Existencia y Verdad”, de Gabriel Marcel (no recuerdo bien ahora cuál de los dos). Él se acercó a mí y se interesó por mi lectura. Pero por timidez preferí ofrecerle el libro que estaba leyendo. Me alegró el que me lo aceptase. Me lo devolvió al final del cursillo. Pero lo que nunca olvidé fue su serena y ponderada intervención ante todos los que estudiábamos Teología para imponer en aquel un momento de seria crisis serenidad y cordura. Si por mí fuera, en aquel momento pediría que lo nombrasen rector u obispo. Quedé convencido de que Ruiz de la Peña iba para algo grande.Ya en Madrid, en el Colegio de la calle Écija, 4, me encontré con el aprecio que allí le tenían. Recordaban su nombre y su persona con todo el cariño. Hasta recordaban la emoción que se llevaba cuando su Real Oviedo -de Carrete, Alberto y García Barrero- ganaba un partido. Ya en la Universidad de Cantoblanco, también me hablaban de todo lo que habían luchado para que se quedase en ella. Pero el episcopado español pudo más y se lo llevaron para Salamanca y Burgos. Caffarena, Álvarez Bolado, Ureña, Alonso y Vela sólo tenían elogios para él.Pero de Juan Luis debo decir más. Aunque de lo que ahora pienso me enteré años más tarde. Su intervención en el obispado había sido decisiva para que tanto mis padres como yo no hubiéramos llevado el mayor disgusto de nuestras vidas. Recordar esto aún me estremece. Pero por respeto a la comunidad del Señor no hablaré más de ello y guardaré silencio. Y lo hago también por él.Por lo demás, bueno sería que alguno de mis compañeros recordase todo lo que ha escrito sobre la creación. Para Juan Luis la idea de la creación propiciaba el respeto por la naturaleza y la responsabilidad ecológica. Y al escribir esto estoy seguro de que pensaba también en Asturias. Por lo demás, se sorprendería ante el interés de algunos que piensan que van a arreglar la crisis que sufre la Iglesia a base de la aplicación de cánones. A los que tanto temen por el futuro del cristianismo, Ruiz de la Peña les recordaría que este va indisolublemente ligado al hombre que le presta su nombre: Jesús, el Cristo. Mientras Jesús siga siendo su gran referente, el cristianismo continuará teniendo futuro. Apostemos, sobre todo, como Ruiz de la Peña, por darle a conocer.Debiera alargarme más al pensar y escribir sobre Ruiz de la Peña. Él me lo perdonará. Pero, creedme: lo que hoy escribo no solo lo hago con agradecimiento, sino también con cariño y orgullo.
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UN CAMPO MÁS AMPLIO |
En mi adolescencia me percibía guiado por los valores de la autoridad y el orden. Como todo adolescente, mi moral era el respeto a la autoridad y el mantener el orden que se me imponía. Dicho de otro modo, aún vivía el cuarto estadio, según G. Kolhlberg. Pero todo ello a esa edad no me era obstáculo para rechazar visceralmente todo lo que significaba el sportinguismo de algunos de mis compañeros. Cuando me enteré, por ejemplo, de que con el tiempo el nivel del mar subiría, hasta llegué a desear que fuese pronto para ver si se tragaba de una vez el viejo Molinón. ¡Qué tiempos! Aún no me guiaba por principios universales. Pero, gracias a Dios, pronto todo fue cambiando. Así que, unos años más tarde, fui comprensivo con el adolescente de la familia (que no mataba una mosca, por lo demás) que se apuntaba al partido Gijón-Oviedo: claro, se presentarían en Gijón escoltados y todo, y como valientes numantinos. Como yo hacía años, el adolescente vivía en un mundo de amigos y enemigos, en un mundo en blanco y negro.Uno va descubriendo no solo la necesidad de relacionarse con uno mismo, sino también la de responder a los otros. La clave de nuestra identidad está en esa relación con los otros. Nadie puede vivir sin un espacio de confianza, sin que existan otros que confíen en él. Este proceso de maduración lleva tiempo. Por lo que pienso que el pecado de Adán y Eva fue adelantarse en el tiempo y creerse ya unos dioses. Pero la vida tiene su ritmo. Por otra parte, para llegar a ser un buen cristiano, por ejemplo, hay que ser antes una buena persona. El valor de nuestras vidas está en lo que hemos hecho por los demás (S. Mateo, 25); en nuestra apertura a toda cultura distinta, diría P. Ricoeur.Hoy me siento en deuda, en primer lugar, con los buenos creyentes que tanto se preocupan por los afectados por la pandemia de una u otra manera; también con los que pretenden seguir paso a paso el camino de Jesús. No olvido a los enfermos que tanto siempre me enseñan. Pero también reconozco mi deuda con los más alejados y no creyentes, los que no piensan como yo. No quisiera ser timorato como San Pedro en algún momento, ni como el testarudo de Santiago. No sé qué sería yo sin ellos. Reconozco que debo a los que no piensan como yo muchas palabras que hoy alientan mi vida entre corrientes de pensamiento y sensibilidades tan distintas. Algo así me parece que reconocía San Pablo. Y no quiero olvidar, por último, a nuestra sociedad española. Quiera Dios que llegue ese momento en el que sepa aprovechar los recursos que aporten unos y otros. En el que nadie se aferre a sus ideas o creencias y sepa abrirse a los demás. En la que todos propongan los "goznes" sobre los cuales puedan girar de nuevo nuestras preguntas y esperanzas comunes. |
COMUNIDAD DE INTÉRPRETES |
De vez en cuando hasta yo mismo todavía sueño despierto. Por ejemplo,aún no sé el motivo por el que esta tarde me puse a recordar los tiempos pasados por Chamberí y San Blas (Madrid).¡Qué tiempos aquellos! Comparables a los de mi niñez en mi entrañable Guillén Lafuerza ( Oviedo). Y en esta tarde de melancolía por San Blas, por ejemplo, me encontré con Paloma Pedrero y su ex Fermín Cabal (éste había sido por un breve tiempo mi vecino).Durante cierto tiempo, dirigidos por Paloma y animados por Cabal, fuimos un grupo que hacíamos nuestras modestas dramatizaciones. Fue una experiencia para mí inolvidable aunque no haya venido después a cambiar la ruta importante en mi vida. Pero aún sigo pensando que todos nosotros no somos meros espectadores imparciales,sino miembros de una comunidad de intérpretes. . Pero dejando aquellas dramatizaciones, ayer mismo,tras el recuerdo, me quede con el comentario que me había hecho un compañero del grupo. La verdad es que en el grupo tuve muy buenos compañeros. Pero sobre todo, ahora mismo recuerdo al compañero que destacaba no solo por su nobleza sino por sus dotes de actor. Sin embargo, una tarde nos enteramos que éste se había metido en política. Era una cuestión personal en la que yo no me quería meter, claro. Pero sí recuerdo muy bien el comentario de otro compañero: “ Es una verdadera pena: cuando uno que va para artista se mete en política ,deja de ser actor y se convierte en títere”. Quizá exageraba en ese caso.Pero, por otra parte, pienso que es verdad: cuando uno pasa a estar exento de poesía,no puede ser más que desdichado. Ojalá él no lo sea. Por lo demás, es lógico que quien piensa en grande en grande suela errar.
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NADA ES DEMASIADO |
Alguien pensará, y no le faltará razón, que no es este el momento más oportuno para hablar de las futuras esperanzas y expectativas de los españoles. Además, comprendo que muchas víctimas de la pandemia estén hoy más bien deseando volver a su vida normal de antes. Me preocupa más , claro, que alguien pierda la esperanza. Por otra parte,me horroriza el que otros vuelvan con las cantinelas que creíamos desconocidas por nuestros jóvenes y olvidadas por una gran mayoría.Como se ve,aún quedan por ahí quienes no borraron todos los rastros del mito. Por lo que yo ahora de lo que quiero hablar es tan sólo de la gente de a pie, abandonados por una mayoría de esa clase política que protagoniza tan pobres debates, como muy bien nos dice Cebrián. Y como yo soy tan inexperto en lo que se refiere a lo político, tan sólo quiero hablar de esa gente de a pie, pues pienso que la historia ha de serla historia de un mundo solidario y colectivo, en la que todos los bienes culturales en esta cambio de civilización han de aportárseles a todos. Asumiendo, por otra parte, la oscuridad en la que vivimos, espero sin embargo que podamos discernir entre tanto cambio y tantas ofertas ; crear un discurso sensato en el que todos creamos. Y, como creyente, desearía que este discurso tomase forma de esperanza, y en el que participaran los parlamentarios creyentes. Pero este es otro cantar. Para ello se necesitaba una mayor prudencia en algunos de nuestros obispos. Por lo demás, los creyentes tienen también el derecho de que se les invite a la mesa del diálogo. Nada será demasiado.
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Algo más que poema |
Leo a diario La Nueva España,pero, hace unos días leí en otro periódico una columna de Félix de Azúa que me hizo recordar a William Faulkner. Pero .ahora bien,me parece más lógico responderle desde este mi periódico. Y no se enfaden mis amigos si para hablar del Viernes Santo ( del que habla la columna de De Azúa), me voy ahora con mis recuerdos a los años 57 y 58 del siglo pasado en los me enamoraba la literatura norteamericana. Y tal vez por ello escribí entonces un pequeño artículo , en el tiempo litúrgico del Adviento, sobre lo que a mí me parecía realmente el mundo de William Faulkner : un mundo irredento ( aún sin salvación),mundo de decadencia, frustración, insatisfacción ,aún en el Antiguo Testamento. En su columna, De Azúa curiosamente nos recuerda que para Faulkner su preferido Antiguo Testamento era uno de los más hermosos relatos arcaicos que conocía. Faulkner ya había dicho:”Quizá todo novelista empieza a escribir poesía…Y al fallar en esto,sólo entonces se dedica a escribir novelas( puede leerse relatos)”. Ahora bien; De Azúa entiende que el Nuevo Testamento es ya filosofía e ideas, algo propio de la poesía contemporánea (¿pura creación?). Por ello habla del Viernes Santo como poema. ¿Son los Evangelios sólo cantos sabios y ardientes de la gran tragedia humana?,me pregunto. No soy experto en hermenéuticas escrituristicas; pero pienso que De Azúa se ha parado poco en las Escrituras..¿Tan sólo ha leído a Saramago donde habla de la portentosa imaginación del evangelistas san Juan? No me parece el Viernes Santo el momento más acertado para recordarnos al gran Saramago. No es el Viernes Santo tan sólo un bello poema. A mí nunca , por otra parte,me sorprendieron las palabras de Emilio Lledó cuando dice que una proposición para ser verdadera tenía que sufrir una peculiar iluminación,” la revelación en la luz de la subjetividad”. En el Evangelio nos encontramos también con la subjetividad y sensibilidad de los evangelistas.Pero en los Evangelios hay algo más que la poesía de las grandes tragedias.Los Evangelios empiezan con notas mucho más altas que las del Parsifal de Wagner o las oberturas trágicas de Verdi. Tampoco el Viernes Santo es un reflejo de nuestros propios fantasmas. Aún más:pienso que el grito desgarrador del Crucificado seguirá siendo un enigma,y que un exceso de racionalidad por mi parte impediría el respeto que ese grito se merece. No soy yo quien para corregir a Felix de Azúa en nada; pero sí que su columna me ha sorprendido e incomodado Pienso que la literalización del mensaje del Viernes Santo puede inducirnos al fundamentalismo ,es verdad; pero,y por otra,tampoco me fío de los relativismos que dicen que todo nuestro imaginario pronto quedará obsoleto. Y yendo al grano y partiendo no de Faulkner sino del Evangelio, creo también que la figura de Jesús de Nazaret, es algo más que poema y que tiene un futuro asegurado, permanecerá. Y seguirá siendo para muchos modelo fundamental de una manera de ver y vivir la vida. Y termino con una cita del gran Hans Küng, hace unos días fallecido:” La fe en Jesucristo procura paz con Dios y consigo mismo, pero no escamotea los problemas del mundo. Hace al hombre verdaderamente humano porque le pone en contacto con la humanidad de los demás”. El Viernes Santo, además de poema, es también relato de la grandeza y la miseria del ser humano. .
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Resucitar |
Ayer, mientras leía la columna de Manuel Vicent , mi pensamiento sorprendido se detuvo en mi compañero recientemente fallecido, La lectura nunca es otra cosa que un rodeo hacia nosotros mismos Y recordé, por ejemplo, cómo mi compañero ,a lo largo de su vida, siempre había sido un tanto provocador. Nunca luchó contra la religión,es verdad;aunque siempre se quedó con las ganas de luchar contra la influencia clerical. Le parecía ocioso plantearse el problema religioso: le parecía una metafísica recreativa. Su relación con ella siempre fue desde la distancia.Por otra parte,no le parecía racional creer en la omnipotencia de la razón.Pero esta sí que era la que se debía de ocupar del bienestar, felicidad . En fin, pienso que su verdadera religión era la Naturaleza. Había nacido a las orillas del llanto eterno del Mediterráneo,cerca de su luz y su color dondequiera que iba. Se había enamorado del violoncelo de Paul Casals, del canto de Serrat como de Lluis Llach, pero también de la pintura de Picasso. A lo largo de su vida viajó por tantas ciudades como por tantos libros preferidos. Sin sentido del pesimismo, vivió el amor de muchos mundos. Creía que nuestros pequeños valores tenían el sentido que les poníamos. ¿”¡Para qué necesitaba el creer?, pensaba sin nostalgia (esta siempre le había parecido un sentimiento reactivo).Al momento de morir tampoco recordaba ningún sermón, orden, consejo o lección magistral. Sin embargo, no creo que , ahora desde esta Asturias, se hubiera olvidado de su Mediterráneo cuando los recuerdos de su infancia retornaban en manada. Temía,sin embargo, que la Parca pronto le acompañara en su bajada al fondo de la naturaleza. ¡Un viernes! Pero, como es lógico, sin pensar resucitar allí al tercer día. ¡Qué tristeza! Tal vez mi buen amigo nunca llegó a pensar que somos hijos del sueño de nuestros padres, de la naturaleza (personificada en la flor ,en el árbol y en el mar), pero también del sueño de Dios.
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Para ser nosotros mismos |
Por lo demás, dejemos que Dios siga siendo un misterio para el hombre y la mujer, aunque podamos, como Santa Teresa, eEste domingo leí en LA NUEVA ESPAÑA la preocupante opinión de la gente tras la experiencia tenida en este año tan marcado por el covid-19. Ninguna opinión me pareció frívola, pero sí percibí desorientación y hasta desaliento. Lástima que tengan que llegar momentos como este en nuestra vida para caer en la cuenta de que la vida tiene una profundidad que antes no nos habíamos parado a sospechar. La desdichada pandemia nos ha puesto a prueba durante todo el año, y a muchos más bien nos ha abrumado. Las opiniones leídas no me dejaron nada protegido, más bien aturdido. Y podría añadir, tras este largo e inquietante año, que estoy como despertando de las mayores amenazas que puede traerte un sueño. Sin embargo, creo que tras esta experiencia también hemos caído en la cuenta de que la vida tenía una profundidad mucho mayor de la que le estábamos dando. TTrasT lo vivido y sufrido por la gente, de poco valdrá ya el que ahora solo miremos a la altura, ni nos quedemos tampoco en el mundo de abajo en el que cómodamente nos habíamos instalado. Ya no nos podemos quedar encerrados. Debemos despertarnos, abrir bien nuestros ojos, coger aliento, pues el mundo que viene nos pondrá a todos a prueba. La epidemia nos sigue obligando, por otra parte, a ser abiertos al mundo real, a sumergirnos en ese mundo de sufrimientos y necesidades que la epidemia va dejando tras de sí.------------------------------------- Por lo demás, dejemos que Dios siga siendo un misterio para el hombre y la mujer, aunque podamos, como Santa Teresa, encontrar su misterio en todo momento entre nuestros pucheros. Si Dios se esconde es para que seamos nosotros mismos. Dejemos también que el hombre y la mujer sigan siendo un misterio para Dios, aunque por ellos sufra y le causen algún que otro rompedero de cabeza. Las víctimas nos ponen a todos a prueba. Despertemos, abramos bien los ojos, veamos dónde realmente se muestra lo que es el amor. Por lo demás, no olvidemos lo que en otro tiempo nos decía Rainer Maria Rilke: "El otro nunca es otra cosa que un rodeo hacia nosotros". |
Convivencia, identidad y cultura |
Para hablar de estos temas,me veo obligado a hacer un pequeño rodeo para evocar los años pasados en el Centro asturiano en Madrid. Allí fui descubriendo el significado y la riqueza que la covivencia,la identidad y la cultura llevaban dentro. La convivencia allí vivida me sorprendió desde el primer día.La identidad astur-madrileña se vivía y se expresaban sin culto alguno a la diferencia,sin deviarnos de los que teníamos en común, establecíamos una armoniosa comunicación . Junto a lo más clasico o madrileño, la música, el folklore y el teatro asturianos siempre estuvieron presentes en todas las fiestas. Una España tan revuelta no se puede permitir el olvido de paradigmas como el del Centro asturiano en Madrid. Recuerdo que Adam Kuper en su bello libro “Cultura” afirmaba que tenemos una identidad cultural central, pero que desde ella podemos establecer el diálogo y la convivencia múltiple.Es verdad, por otra parte, que las cuestiones de convivencia, identidad y cultura son hoy cuestiones políticas también. Pero ,después de mi experiencia en el Centro asturiano,terminé no temiendo y convencido de que la vida siempre y solo suma lo desigual.Por allí pasaron muchos catalanes. Y en el diálogo mantenido con ellos no hubo dificultades,pues el asturiano no suele tomar sus ideas por la cosas en sí. Dicen por ahí que nuestra política actual está envenenada. Y que la responsabilidad parece colectiva. En el Centro asturiano la inteligencia era para nosotros esa capacidad de adaptar el pensamiento a las necesidades del momento. Por lo que creo , después de mi experiencia en el Centro ,que no se trata de que nuestros problemas sean insolubles, sino que de verdad no somos tan inteligentes.
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De lo que a todos nos concierne |
La situación actual genera más preguntas que respuestas. Pero no creo que, tras los últimos meses de pandemia y los últimos movimientos políticos, vayan a dispararse las alarmas. No creo que esto contribuya a un mayor pesimismo. Es posible aún echar una mirada distinta hacia el patio un tanto revuelto de nuestra España. No hace mucho, Javier Cercas escribía que la democracia es la desconfianza en el poder y que cualquier político contiene un germen de tirano. Se pasaba el amigo Cercas, pues pobres de nosotros si desconfiamos de la autoridad de las personas que ostentan los tres poderes del Estado.No piensa lo mismo el gran Antonio Damasio, con ser agnóstico y un tanto pesimista. Para que no nos pasemos en nuestra soberbia, Damasio nos recuerda cómo nueve de cada diez personas no contribuyen prácticamente nada al avance del conocimiento científico, artístico, estético. Y de cómo carecemos de teoría alguna de todo lo que nos concierne. George Steiner, viejo conocido aquí en Asturias, venía también a darle la razón al pesimismo de Antonio Damasio: la inmensa mayoría solo dejaremos nuestro recuerdo en las guías telefónicas o en la nómina de los impuestos.Pero bajando a nuestra realidad española, no todo me desconsuela. De veras. Esperemos, por ejemplo, que los fundamentalismos y el oscurantismo ignorante tengan que llegar a un acuerdo con los derechos y las aspiraciones de la inmensa mayoría. Pero, a decir verdad, como creyente y desde mi modesta apertura de miras, debo estar preparado para dar razón de cómo mis relaciones me abren a los otros, me amplían y me enriquecen. lo humano nos ha de enriquecer. Pero para ello debo mostrar esa otra imagen de fraternidad y amistad social de la que habla el Papa Francisco |
Desde el silencio y la paz |
Es para mí una delicia el vivir en Illas en estos tiempos.No tendría tiempo para enumerar las ventajas encontradas aquí en estos años. He disfrutado de la tranquilidad y del silencio que durante tantos años había buscado. Y,en cuanto a mí, cómo no agradecer también esta paz,no menor de la que podía soñar. En Illas me fui haciendo muy mayor,más silencioso y observador. Y así ahora observo , a mi alrededor y tras la pandemia ,el escepticismo, la confusión y la vulnerabilidad de la gente. ¿La pandemia ha provocado en nosotros la regresión? ¿Habrá muchos cambios en nuestro modo de vida? ¿Continuará todo como antes o peor que antes? ¿Vamos hacia una sociedad más desorientada y desconfiada? Y al escribir esto, me pongo también un tanto romántico. Soy mayor y con poca salud, y mi gran familia lleva años lejos de mí. No quisiera verme en la encrucijada de perder la paz encontrada en Illas, ni tener que contemplar a mi Asturias ,vuelta una tristeza, desde el último tren . Me pondré a considerar despacio mis decisiones. Por lo demás, ciertamente el presente me sorprende y el futuro temo que nos deparará cosas que ni siquiera alcanzo a imaginar ahora. Pero, mientras tanto, me habría gustado poder seguir leyendo en LA NUEVA ESPAÑA la serenidad para adoptar lo que no se puede cambiar,el valor para cambiar lo que sí puedo y la sabiduría para reconocer la diferencias. Siempre hay algo más de lo que hay. Por todo lo cual, después de esta experiencia, bien aprendí que, si quiero ir al grano,tendré siempre que pensar en la radicalidad que tiene la vida, el amor y la esperanza.
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Con más modestia |
Un poderoso escritor, Howard Gardner, conocido y premiado en Asturias, mantiene la teoría de las inteligencias múltiples (musical, cinético-corporal, lógico-matemática...), que, por conocidas, no voy a describir esas siete que propone el autor. Y todo esto lo escribo hoy, al observar que hay autores de ciertas cartas que parecen tener cinco o más inteligencias ¿Pueden estar tan seguros de ello? Pero prefiero la definición de inteligencia una de Robert J. Sternberg. Ese famoso psicólogo, también de Yale, habla de la inteligencia como del autogobierno mental. Ya que la inteligencia también debe legislar, ejecutar y evaluar. Aunque todas estas mis afirmaciones deberían ser más refinadas, brevemente lo resumo: nuestros pensamientos son el resultado de procesos mucho más básicos. Los entendidos hablan de los metacomponentes. Pero aquí tan solo pienso ahora en situar mis pensamientos en el amplio contexto social asturiano al que nos lleva LA NUEVA ESPAÑA. Escribir en un periódico es un atributo socialmente importante. Y ahora estoy pensando en las generaciones que me vienen detrás. Hace poco en una carta se pedía que Dios enviara fuego y azufre para acabar con este mundo. En este siglo no es comprensible tal deseo. Otro, hace días, lanzaba invectivas contra la extrema izquierda, tal vez sin darse cuenta de que su soberbia era mayor que la de su adversario. Todos los extremos son peligrosos. ¡Qué difícil nos resulta el autogobierno! Por mi parte, hoy veo claro que las emociones y los sentimientos contribuyen a la formación de mi mapa cognitivo. Como ocurre en todos, mi proceso cognitivo sigue a la percepción emocional. Por lo demás, he de reconocer que mi verdad es siempre una verdad interpretada. Seguiré aprendiendo a autogobernarme. Y pensando ahora en lo más importante para mí (las nuevas generaciones, la pandemia y la pobreza), prometo desde ahora pensar todo lo que escriba y escribir solo lo que sienta.
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Confusión |
Tal vez muchos de nosotros, los mayores, estemos presos en nuestra egolatría; mientras las generaciones más jóvenes, estén presos de las proezas de los modernos medios de comunicación que tantas veces dificultan la concentración y matan la creatividad. Puede ser que los mayores hayamos abandonado la sabiduría en el pasado de tantos sentimientos ; y que las nuevas generaciones confundan ahora el saber con la destreza. Por lo que creo más necesario que nunca que EL PAÍS y otros nobles medios de comunicación sean los traductores de los lenguajes particulares ( el de las nuevas generaciones y el nuestro) a un lenguaje común. Para que todos podamos disfrutar en paz de una vida que bien merece vivirse.
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A vueltas con los jóvenes |
Ya paso de los ochenta y tal vez por ello
debiera adentrarme más en la escucha de esa canción que aún palpita
en el atardecer de mi vida. Pero, por otra parte, siento que sería
imperdonable el olvido de mi mundo más familiar o el de los jóvenes
de la familia que, sin duda, condenarían mi silencioso retiro. |
Sacrificados |
Parece ser que nuestro tiempo ha convertido casi todos los medios de interés público en negocio. Y digo esto porque me resulta curioso observar cómo algunos ya, sin que hayamos resuelto y superado una pandemia tan delirante, intentan mirar ante todo hacia sus futuros clientes más jóvenes. Como si, tras la pandemia, no todos tuviéramos que cargar con nuestra responsabilidad. Así, hay quienes estos días aseguran que en los jóvenes crece el resentimiento y la conciencia de que han sido los grandes sacrificados. Y añaden que éstos sin duda nos pasarán cuenta ( v.g. Alessandro Baricco, El País,23-05-21). Me parece que nos están dando un relato sesgado, mal construido. Recuerdo, en los tiempos de la posguerra y de la hambruna, la tarde-noche en el que habíamos enterrado a la abuela. Mi madre, al ver que alguien se acercaba tal vez para darnos el último pésame, me mandó esconder la carne que nos había traídos la vecina Nora. También a mí me parecía un gran pecado estrenar la carne un día así. Pero en ningún momento de aquellos tiempos tan hambrientos,ni yo, ni ninguno de los niños de Guillén Lafuerza echamos en cara a nuestros mayores aquella tan triste tragedia. La padecían como nosotros, o más. Este año tan alargado todos hemos sido víctimas de alguna manera. Y , sin duda alguna, más lo han sido los muertos, los aislados, los fracasados,los empobrecidos… Y tantas pérdidas ya no tendrán compensación. Los sacrificados han sido y son una inmensa mayoría. Pienso que esto todos lo tenemos muy claro. Pero parece ser cada vez más difícil no sesgar la información para poder alcanzar ese equilibrio entre el volumen de información y el tiempo necesario para procesarla,para que podamos luego reflexionar con emotividad y razón.Pero termino mi reflexión con confianza. Que la recuperación beneficie ante todo a nuestros jóvenes Y que no volvamos a vernos en situaciones así para tener que gestionar la vida de un modo más acertado.
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A policías y ladrones |
Qué contento me sentía en el pueblo con mi abuela, cuando por la enfermedad de mi madre me enviaron para con ella. Allí, a los 6 años comencé a ir a la escuela. Vivía la mar de feliz. Nunca olvidaré aquellos recreos en los que los niños jugábamos casi siempre a policías y ladrones. A mí, tal vez porque iba siempre a misa, me ponían de policía; pero a mi hermano, que era mejor que yo, no sé por qué, lo ponían de ladrón. Por entonces no había visto nunca a un policía; y menos aún a tantos ladrones juntos. ¿De dónde sacábamos nosotros los policías y ladrones? ¿De dónde sacábamos a los buenos y a los malos? Hoy sigue siendo para mí también un descubrimiento y una sorpresa poder leer las cartas al Director que la Nueva España con generosidad publica.Y son para mí un descubrimiento que leo y hojeo con placer. Pero yo, aún después de tantos años, me sigo preguntando como cuando era niño: ¿ De dónde saca la gente a estos eternamente buenos, aunque hagan sus pifias?¿de dónde saca a estos eternamente malos,por muchos aciertos que tengan? Sin duda Antonio Damasio podría aclarármelo; pero hoy no estoy para neurologías. No, nunca nos pondremos de acuerdo. Pero sigamos en esta encantadora continuidad leyendo estas cartas. Sin perder la paz,claro. Pues seguro que nuestros bisnietos terminarán haciéndose estas mismas preguntas.
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TODOS HERMANOS |
Unos reprochan algunas de las aprobaciones (Sánchez, Errejón Rufián…) que recibió la encíclica Todos hermanos del papa Francisco Tal vez esos reproches sean en el fondo una velada crítica al Papa. Pero lo que para mí, en primer lugar, está claro es que esas críticas olvidan la frase del Evangelio:””El que no está contra nosotros, está a nuestro favor”. Por otra parte, son escasos los comentarios que leí a la encíclica, Y esto me da aún más que pensar. ¿Con este silencio no se fomenta ese pos-cristianismo que tanto algunos anhelan? Me preocupa esa facilidad con la que algunos olvidan al que con tanta valentía denunció en su tiempo la usura, el abuso del poder y la búsqueda ansiosa del prestigio; y que hoy lo haría también con la xenofobia, la intolerancia, la violencia ,la corrupción, o el fanatismo. El que haya leído las Bienaventuranzas o el capítulo 25 del evangelio de san Mateo, no podrá menos que estar de acuerdo con el papa Francisco, siempre positivo a pesar del preocupante momento histórico .cuya crisis también puede sere vivida como una oportunidad. ¿Están seguros sus críticos de que poseen a Cristo? ¿No une Jesús de Nazaret la causa de Dios y la causa del hombre?¿Creen que el Evangelio no ha de ser traducido a cada época cambiante?
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MARAVILLOSA CRIATURA (GIANNA D´ANGELO) |
Creo que la muerte de Gianna D´Angelo (27 de diciembre) haya pasado inadvertida en Oviedo. Esta soprano estadounidense (Jane Angelovich) fue de lo más admirado en los años 50 y 60. No recuerdo éxito mayor de una cantante que el de ella con su Sonnambula en el Campoamor. En Oviedo escuché su Lucía (2) con Filippeschi y Aragall, El Barbero y Don Pasquale con Kraus, Puritani (2) con Kraus y Tagliavini, Rigoletto (2) con Kraus y Antolioni, Pescadores de Perlas con Kraus y Sonnambula (2). Cuando tantos admiraban las grandes voces, muchos en Europa y en Oviedo admirábamos y valorábamos ante todo su bellísimo y cálido canto. Hablaba el inglés, francés, italiano, alemán y español. Grabó Boheme con Telaldi y Bergonzi, Rigoletto con Tucker, Lakmé con Gedda, Il Barbiere con Monti, Los cuentos de Hoffmann con Gedda. Y existen un buen número de grabaciones piratas: El Barbero de Sevilla con Sieppi, El Gallo de Oro con Christoff, Rigoletto (4) con Bastianini, Fillippeschi, Kraus, Bergonzi; Romeo y Julieta (3) con Corelli, Borsó; L´elisir d´Amore con Valletti, Il Guarani con Cappuccilli, Lucia di Lammermoor (5) con Kraus, Aragall, Cioni; Traviata con Campora, Il Re Pastore y Ariadne auf Naxos. Por el 64 parece ser que Bing (MET) empezó a infravalorarla. Y una parte de aquella grillera que M. Callas tanto criticó, también. Pero hace unos años comenzó inesperadamente su recupareción. Y hoy Youtube cuelga ya más de 60 vídeos de Gianna D´Angelo. Y algunos esperan la pronta edición de su Flauta Mágica así como su Ariadna in Naxos en Wiesbaden. Es sorprendente cómo, después de más de 50 años, tanta gente la siga admirando.Muchos aficionados asturianos no la olvidarán. No sólo su canto, sino también su elegancia y sabiduría nos dejaba pasmados, desde al Dr. Álvarez Buylla como a jovenzuelos tan inexpertos como yo. Después de mis padres, Tere y Falín (ex jugador del Oviedo) fue ella la que más me animó a continuar los estudios. Era presbiteriana (cantó el funeral por Kennedy), pero nos apreciaba mucho a los católicos. Por eso estos recuerdos de los mejores años no se olvidarán. Y como dice mi amigo Ángel Rupérez, nos ayudarán a sacar provecho de su personalidad, a recuperar nuestra juventud, a reconstruir la serenidad de la existencia, a iluminar nuestra intimidad con aquel equilibrio emocionado de su canto.
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CONFUSIÓN |
La sencillez y la profundidad son las lecciones que a diario encuentro en El Pais. Pero a veces me llevo alguna sorpresa. Y así fue el 19 de septiembre leyendo la entrevista a Naill Ferguson. Siempre encontré muy peligrosa la psicología de aquel en quien lo personal se transforma en colectivo y lo colectivo se hace personal.Creo que para los lectores de El País cuenta lo que se dice y las razones que se aducen, y no únicamente quién lo dice. Ya sabemos que todo fanatismo cae en la ambición de poder, o en las garras de Trump. Siempre temí a esos individuos universales que personalizan las opiniones e intereses del medio y las acomodan a su perspectiva concreta. Pero seguiré leyendo El País, pues tal vez yo he hecho un lío y entendido mal la finalidad en la publicación de esa entrevista.
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MALVÁREZ, UN EJEMPLO PARA LA IGLESIA ASTURIANA |
Siento haberme enterado tan tarde de la muerte de Daniel Fernández Malvárez, falSiento haberme enterado tarde del su afllecimiento ocurrido en Oviedo el 12 de julio pasado. De veras. Como siento también que sea hoy mía esa experiencia tan contradictoria: lamentar la pérdida de tantos valores que sufre nuestra sociedad y, al mismo tiempo, no valorar aquellos que tenemos tan cercanos. Tal vez alguien en Ventanielles, por ejemplo, pueda enumerar los años y meses que Malvárez dedicó a Cáritas parroquial; pero estoy seguro de que no encontraréis a nadie capaz de saber las horas de trabajo que este hombre le dedicó. Aportó días y horas a las tareas más amargas de nuestro vivir humano. En los tiempos más difíciles, se dio cita con el hambre, sufrimiento, soledad y fracaso de mucha gente. Y lo hacía en esos años en los que los pobres éramos la inmensa mayoría. Con la mayor amabilidad y sencillez. Como si para él la vida verdadera estuviera siempre en los márgenes, no en el centro. Fue siempre un ejemplo. Su fe sabía siempre de lo que hablaba por experiencia propia. Y además, un ejemplo prudente: sabía que no existían atajos que nos condujesen a un mundo a la medida. Y bien veía que la sabiduría cristiana era la inteligencia aplicada a la creación de una vida buena. Siempre daba la impresión de que para él lo de dentro nunca era enemigo de lo de fuera. Entendía que el amor cristiano, como el humano, siempre era una respuesta. No os exagero si os digo que desde hace años Malvárez me parecía pura artesanía de Dios. La fe que acreditaba ante Dios la acreditaba a la vez de un modo humano y mundano. Y ante tanta necesidad, para mi ejemplo, nunca mostró parálisis alguna, sino que me enseñó a realizar de alguna manera la parte de verdad y esperanza que uno tiene. El hombre sólo llega a ser realmente persona cuando se entrega a los demás. Creo que ante una vida tan ejemplar, Cáritas, la diócesis y las parroquias de Ventanielles y Guillén Lafuerza han contraído su mayor deuda. Si nuestros templos no sólo son casas de Dios, sino también hogares acogedores de sus comunidades, en alguno tendría que aparecer con orgullo en nombre de D. Daniel Fernández Malvárez. Un hombre que nunca tuvo enemigos entre los pobres. Ni los encontraréis tampoco hoy en Oviedo. |
PARAÍSO |
Por fin he podido irme a dar una vuelta a mis preferidos rincones del paraíso de Somiedo. Observé la soledad de algunos pueblos venidos a menos. Y hasta cómo el color del sol irradiaba en las hojas del otoño, mientras subía al Puerto ¿Las hacía más bellas porque presagiaba su decadencia? Llamamos a Asturias paraíso, y con razón. Y además la gente lo hace consciente de que el paraíso lo formamos con nuestra propia naturaleza interior y la maravillosa naturaleza que nos circunda. En Somiedo siempre me resultó fácil ver cómo las cosas más fundamentales de la vida son las más elementales. En ningún otro sitio me resultaba más fácil vivir en concordia con la realidad. Pero también allí cambiaron muchas cosas. Y a la vuelta, pienso qué podremos hacer en Asturias para que nuestro paraíso pueda ser habitable para las generaciones venideras. Y digo esto cuando siento que me voy liberando de cierta tristeza y pienso ya en esa otra Asturias en fiestas. Y no lo dudo: la verdad es la vida misma en cuanto se puede experimentar, vivir y disfrutar. Donde hay vida hay verdad, pues el pueblo habla con el lenguaje de los sentimientos, de los afectos, del cuerpo, y de lo que conoce. Y lo hace con más candor y claridad que todos los políticos y comunicadores. Estuve en Gijón y Avilés en fiestas. Estaré en Oviedo. Ojalá las celebremos el próximo año en muchos pueblos asturianos. Y también en Illas |
SIN TANTO ABSOLUTO |
¿En la política mandan hoy el cinismo y la hipocresía? Bueno, eso es lo que piensa José Sacristán; y me temo que otros muchísimos también. Me preocuparía pensar así. Pero hay más: parece que la gente de a pie va perdiendo la capacidad de discernir y valorar, lo que me preocuparía muchísimo más. Y siento todo esto al pensar que, sin olvidar el pasado, hemos de seguir preocupados por sacar esto adelante cuando algunos nos amenazan con un otoño caliente. España y el mundo seguirán cambiando, sin duda alguna. Aunque en mi pueblo todo parece lo mismo. Pero no, nada es igual. Y seguiremos hablando y escribiendo. Y lo haremos muchas veces sin darnos cuenta de que toda realidad es ambigua. Pero esto es algo engañoso.Y además, con suma facilidad, olvidamos que ningún hombre o mujer posee la verdad, o el que nuestra libertad es responsabilidad. Muchos estaremos de acuerdo en que vivimos en una época en la que, con la pérdida común de sentido, la vida personal corre el peligro de disolución. Necesitamos otro clima espiritual, psicológico y político-social. Y en esto quizás estemos muchos de acuerdo. Por lo que, dejándonos de la crítica superficial y nada original, convendría penetrar en la profundidad y captar el sentido de las cosas y dejarnos después captar por él. Cuando la realidad española se vea con los ojos de un realismo moderado, se convertirá sin duda en una experiencia humanizadora. Algunos me dirán, y con razón, que soy muy poco crítico. A mis años, tan solo pretendo serlo con mi sencillo estilo de vida. Y, para terminar, os digo que me encanta esa mirada exterior de Millás que tan bien capta siempre el contenido interior de las profundidades de la realidad. Necesitamos muchas miradas así.
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FERNANDO MENÉNDEZ VIEJO |
Si la noticia de su muerte fue para sus amigos tan heladora como inesperada, la convirtió en necesitado consuelo la masiva y cariñosa despedida que se mereció en Gijón. Fue despedido con palabras de aprecio y agradecimiento. Era lo que bien se había merecido este profesor de Música, compositor y director coral. Así pensamos las personas que hemos conocido a Fernando (Oviedo, 1940-Gijón, 2021), culto, único y sencillo a la vez. Pues, aunque su búsqueda parecía no tener límites, siempre despertó en nosotros, de la manera más franca y natural, cercanía y amabilidad. Todavía niño, equilibrado y noble, su canto en Covadonga fue para nosotros aliento y guía en nuestro caminar. Ya intuía Fernando por entonces que la música es seguro y acertado equilibrio para nuestro desarrollo, crecimiento y formación. Sus letras y su música aún encienden en nosotros no solo pura espiritualidad sino también sincero compromiso. Compañero entrañable de José Antonio Olivar, poeta, la música y la poesía eran su expresión más natural, con la misma naturalidad que en nuestro discurso diario es la prosa. Pronto intuyó que lo bello brota de la profundidad del ser. Aún hoy sus cantos y su música nos rejuvenecen. La música era su vida más íntima, aunque no algo encubierto y secreto sino un acto íntimo y subjetivo al servicio del amor. De la poesía hacía música para que no solo sonara en el cuerpo, sino que resonara en nuestra alma. La música era para él, persona sinceramente religiosa, un medio de comunicación entre las almas, de unión entre los hombres y mujeres con su prójimo, un limpio impulso para elevar nuestro espíritu hacia el misterio del Ser supremo. Fue un creyente de verdad, un gran músico, un maravilloso compañero. Los que fueron sus compañeros del 52 lo homenajearán con un cálido y familiar recuerdo el próximo lunes en Illas. Haber tenido un compañero que supo aunar la belleza de su música con la bondad de su corazón y la autenticidad de su persona fue un milagro. Nos dejó en heredad una inmensa fortuna. |
DIFÍCIL DE ENTENDER |
Estoy jubilado de la enseñanza pública, tras más de cuarenta años pasados por institutos públicos en Asturias y Madrid. He tenido siete adolescentes en familia, y hoy seis nietos. Muy bien ahora podría callarme y seguir viviendo de mi jubilación. Han cambiado mucho las cosas. Pero no tanto. Veía que mis adolescentes me hablaban de modo diferente al que hablan con sus compañeros. Esto me parecía lógico: respetaban la edad. Pero me llama ahora la atención el que hoy me encuentre con personas mayores que se miran muy bien con quién están a la hora de hablar, por ejemplo, del feminismo. Me parece que esto no ocurría antes. Pero tal vez mejor sea así, o yo esté muy equivocado. Pero, de todos modos, lo mejor es que ahora me vaya a lo mío. Hace unos años desde la orientación a nuestros adolescentes, teníamos en cuenta el psicoanálisis, que tenía en cuenta las tensiones, conflictos, estados de ánimo, inconformismos o preocupación por la identidad de nuestros y nuestras adolescentes. También atendíamos a la teoría sociológica, que nos explicaba la incorporación de valores, creencias y papeles o roles vigentes en la sociedad. Me recordarán algunos que hoy también se recurre a la neurología, para distinguir bien entre el desarrollo propio de la pubertad y la el desarrollo del concepto de sí mismo e identidad, propios de la adolescencia. Creo que tanto en los institutos como en la familia, sobre todo, he respetado tanto las excepciones como las normalidades. Siempre he visto que el o la adolescente son tan necesarios para los padres como los padres para ellos. Ellos y ellas han cambiado mi vida y el sentido de mi vocación, hasta han enriquecido mi pobreza. Ellos, por otra parte, me necesitan. Y si alguien lo duda, se lo pueden preguntar. Y es lo que, creo, les pasa a todos los padres y madres. En la adolescencia siempre los necesitan, aunque sea para a quién demandar con esa seguridad que necesitan. La comprensión, el aguante, la palabra o el silencio siempre les serán necesarios e importantes. Educar es sacar lo mejor de los que nuestros y nuestras adolescentes llevan dentro. No lo duden. Y yendo ahora al proyecto de ley, este me parece un desatino. En una edad con tanta inseguridad y tan emotiva (en los institutos es manifiesta la tristeza de los y las adolescentes cuyos padres están en proceso de separación o divorcio), ¿se puede prescindir del consentimiento y de la tutela de los padres, abandonándolos a su suerte, a la hora de decidir lo referente a su decisiva identidad sexual? Agradezco a la señora Varcárcel su valentía y sus palabras: “Sé lo que es el sexo; pero eso otro (el género), no sé lo que significa. No puedo opinar” (LA NUEVA ESPAÑA, 8-O7-21). |
LOS UNOS Y LOS OTROS |
Cada uno entiende e interpreta el mundo a su manera. Y esto me afecta tanto como a los demás. Por lo que hoy, al escribir, intentaré mantener el equilibrio y seguir detestando la manipulación de conciencias, pensamientos y emociones. Y todo esto que escribo se me ocurre hoy tras escuchar y leer tantos pronunciamientos políticos que generan en mí más preguntas que respuestas. Temo que vengan de este modo a esterilizar nuestra vida de hoy. Me preocupa el que, con más frecuencia cada día, tomen la palabra defensores acérrimos de la verdad. Estos casi siempre olvidan que cuando hablan de los otros más hablan de sí mismos. Más aún: hasta de vez en cuando aparecen por ahí profetas de calamidades. Pero siempre olvidando que ser profeta es ser valiente y desinteresado. Otros políticos (y no políticos), hasta con una débil memoria a corto plazo, no comprenden que los pensamientos y proclamas han de ser razonables, y sus razones creíbles. Son muchos sus pensamientos, que carecen de insuficiencia respiratoria (pero no vamos por ahora a ayudarles a morir, pues nos aburriríamos un poco más aún). Así, cuando oigo ciertas críticas de unos a otros, pienso en la razón que tenía Nietzsche, que aconsejaba no vivir de los pecados del otro. Ya nuestro Lorca denunciaba a toda la gente que ignoraba la otra mitad. ¡Si el ataque y la defensa son una misma cosa! Y cuántos son los que olvidan que la verdad siempre se encuentra compartida. No entro en el juego político. A mis años me resulta más cómodo ver los toros desde la barrera. Pero pienso (y deseo), por otra parte, que todo esto lo tengan muy claro muchos creyentes de verdad: se impone el mantener la armonía del corazón y la cabeza que nos lleve a la responsabilidad y no a la indiferencia. Es necesario vivir con los ojos abiertos y de un modo lúcido.
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EL SILENCIO DE PERLUNES |
Hace poco he vuelto al pueblo de Perlunes (Somiedo). En los años 70 cada rincón de Perlunes contenía para mí un mundo entero. Allí, lejos de todo ruido, los instantes nunca se escapaban. Y, entonces como ahora, a lo más se oye el suavísimo murmullo de tanta fuente, lavadero o abrevadero. Y en un mundo así se palpaba la rica comunicación entre la gente y el entorno. La verdad es que sigue siendo para mí el lugar idóneo, sorprendentemente encontrado un feliz día para oír la sinfonía de la naturaleza. A la orilla silenciosa del río, más allá de Aguino y ya a la subida última del camino, en aquel silencio cómplice, dejamos, bajo unas piedras para que nadie los viera o alguien se enterase, los votos que nos habían ordenado repartir en el pueblo («O los de todos o los de nadie»). Más tarde, ya a la noche, el más sabio de sus ancianos algo oyó y salió sigiloso a la puerta. Le oímos invitar a los guardias civiles a pasar y cenar con nosotros unos gatos recién preparados (la verdad es que aquello más bien parecía carne de corzo). Muy prudentes, los guardias la rechazaron la invitación. La intercesión de aquel santo fue una gran gracia. Y ya en toda aquella noche no se oyó ni la curuxa. Entonces en Perlunes todo eran riquezas. Lo eran Pepe el Meirazgo y Carmen, su mujer. Cuando alguien les invitó a bajarse para con su hija a Castro, ella le dijo: «Le obedeceré, aunque me cueste el gran sacrificio de dejar la riqueza del silencio de Perlunes». Bien sabía la señora Carmen que a Dios no se le puede encontrar en el ruido, se revela en el silencio (Reyes, 1,19) Esta vez encontré el pueblo más cuidado, pero sin gente. Me dijeron que por el verano con la gente viene también un nieto de Charles Chaplin. La verdad es que la gente siempre ha estado sola, pero aquí en Perlunes se nota menos. Bien se sabe que ningún problema espiritual admite una solución para siempre, pero una vuelta a su silencio puede ser una vuelta a la paz con uno mismo. Ojalá sea también la búsqueda de una salida del agujero negro de la crisis que nos atrapa |
A VUELTAS CON DIOS |
No hace muchos años pudimos ser testigos de la
confrontación entre ciencia y religión. Aunque para algunos la
ciencia y la religión eran dos lenguajes distintos aunque unidos.
Pero existía un serio y claro enfrentamientos también. Pero eran
otros tiempos por lo que ahora veo. Hace unos días la prensa asturiana entrevistaba a un científico. Entre otras afirmaciones de este científico estaba la de que la idea de Dios era una invención humana. Y el pensar que Dios haya creado en un solo día infinidad de insectos, aves, peces y animales, una alucinante y absurda ingenuidad. Pero la verdad es que esa lectura ingenua del Génesis que hace este buen señor no la hacen hoy ni los niños de la catequesis de Illas. Se dice que hoy la gente lee muy poco, pero que escribe más que nunca. Tal vez también los científicos tengan poco tiempo para leer teología y estar mejor informados del fenómeno religioso. Esto explicaría tal vez la pobreza dialéctica en tales enfrentamientos. Por mi parte y a mis años, ya no pretendo estar al día sobre la infinidad de teorías científicas, pretendo seguir siendo guiado por la fe y no solo por la razón. La vida tiene sentido y merece ser vivida, y vivirla con la confianza que me proporcione la energía para seguir tirando del modo más humano |
PARA QUE LAS MARIPOSAS VUELVAN |
§ NNo hace mucho en primavera mi huerto se volvía un festival de mariposas que me admiraba tanto como en otros tiempos la hermosura y el canto de Gianna D'Angelo en mi joven teatro Campoamor. Con deciros que, aún no hace mucho, hasta el cementerio de Illas, no tan bonito, las mariposas lo transformaban en un emocionante ballet de colores y ensueños. Pero estos últimos tiempos ya no es lo mismo. Y presagio que en los próximos aún sea peor. Hasta los niños ya no se paran a jugar en la plaza junto al huerto. La gente sólo habla de mascarillas, vacunas, peligros. Por alguna razón los días tienen un color sin nombre. No, no me gustan estos tiempos tan vacíos de ilusiones. Es verdad que a mis años también yo he de pensar en los riesgos que corro, pero, gracias a Dios, lo hago sin miedo. Más aún, espero mantener el control sobre mi vida hasta el último momento. La vida es un regalo de Dios. Y, por lo demás, creo que hay que llenarla de imaginación, gratitud, fantasía, sueños e ilusiones. Pero, eso sí, pienso con cierta tristeza en las mariposas que tal vea no vea la próxima primavera. Pienso con frecuencia en ellas, las añoro. Como de la crisálida, sin explicación alguna, salen las mariposas con esa su maravillosa libertad y belleza, ojalá también yo salga en paz un día de mi crisálida abandonada. Y me atrevo a decir esto con espontaneidad. Pues, ¿por qué no poner imágenes a mi fe? Pero aún espero el milagro. Confío en que tanto los campesinos como los científicos ( y todos) hagamos lo posible para que los niños se vuelvan a reunir en la plaza junto al huerto y puedan contemplar el maravilloso espectáculo de las mariposas del que tantas veces he gozado. Hagamos lo posible para que las mariposas vuelvan
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LO QUE AL FINAL OS DESEO |
Lo que al final os deseo Los lectores opinan sobre el año que empieza, las medidas ante la pandemia, el precio de los test de antígenos y sobre la personalidad introvertida
Todos nos hemos felicitado por el Año Nuevo. Y espero que esta felicitación haya surgido del corazón y no haya sido simplemente consecuencia de una buena costumbre adquirida. Pensando en la mayoría, de esto estoy muy seguro. Hemos vivido un año difícil, es verdad, y bien lo sabemos. Y aunque en los días finales del pasado año el placer y la prosperidad no nos hayan visitado y nos hayamos tenido que enfrentar a verdaderos problemas, espero que la paz y la familia nos acompañen siempre. Espero que no sean muchos los que se amarguen la vida pensando y habiendo perdido esa ilusión característica de los niños. Son muchos los motivos para la preocupación, pero también son muchos los motivos para la esperanza. Creo que estos son días que nos podrán hacer volver a la propia intimidad y a abrir la dimensión de lo profundo. Serán también momentos para la paz y la gratitud. Estoy convencido de que el año que acaba de terminar nos ha hecho comprender lo que somos. Ceferino Suárez De los Ángeles (El Pais,02-01-22 |
PARA DISFRUTE DE LA PRENSA |
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Disfruto leyendo la prensa en el agradecido silencio de mi pueblo. Sin embargo, es triste ver que para muchos el sentido de las palabras escritas depende de la persona que las escribe. Y que otros, aferrados a ideologías, partidos o instituciones, leen sólo aquello que les garantiza la seguridad que necesitan. ¡Qué le vamos a hacer! Pero no olvidemos que tanto nuestros gestos como nuestras palabras son símbolos, signos. Quiero decir con ello que la ambigüedad siempre nos rodea, pues las palabras revelan y ocultan a la vez. Es triste comprobar que para algunos no cuenten ni las razones ni lo que se dice sino quién lo dice. En la aldea, todo resulta más sencillo, es verdad. Así, siempre me interesaron las charlas sobre primeros auxilios, por ejemplo. Bueno sería también que a nosotros, los mayores, se nos hablase del análisis de la prensa y de algunos programas de televisión. Tiempo para ello tendríamos. Comunicarse es la actividad humana por antonomasia. Ceferino Suárez de los Ángeles. Illas (Asturias)
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